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En las canteras de la Rambla de Montevideo, frente al mar, se da por manifiesto un día de sol, ventoso.

Otra vez este momento de seguir la crónica de unas ideas en el papel y como siempre algo, pero ahora me intrigó, me insita a escribir, pero no se qué es ni porqué me traigo hasta aquí.

Tengo la sospecha de que la naturaleza humana y toda su condición es inconsciente. Esto me intriga, cómo ese algo que hacemos es objeto de algo más de. . .otra cosa y ese objeto está oculto. Entonces me veo como una maquinaria, como un aparato lleno de emociones, pasiones y razones que hace todo por impulsos ciegos, inconsciente, y que queriendo llegar a ser y dejar de querer ser, de acuerdo al costo de lo objetivo, es como se construye lo que socialmente es, orientando cada y otra vez lo que cree es su naturaleza innata hacia horizontes insertados en el sistema.

La crónica de esta sospecha es resultado de una reflexión sobre un sueño que tuve esta noche. En donde todos los elementos físicos, materiales, los personajes y las acciones provenían o pertenecen al universo de la vigilia, pero todo tenía un uso o una función ilógica, impensable y sin embargo en ningún momento me cuestioné el sentido de lo que pasaba o hacía.

Manejo una moto, voy atrás de ella, tomo el volante porque parece que va dormida, no le veo el rostro, vamos dentro de la habitación de una casa, edificio, parece una sala/salón, esquivo a una persona que está sentada en el piso contra la pared y en seguida doy vuelta a una columna cilíndrica, el suelo cubierto de alfombra roja, parece haber una fiesta, eso no lo sé realmente, es una sensación, ella toma el volante pero cabecea y va muy despacio, yo lo tomo otra vez y acelero, llegamos a un pasillo largo, después a una estancia abierta, amplia y circular donde hay puertas, paramos frente a una puerta, la del cuadrante superior derecho, ella se da media vuelta, se sienta sobre mí y comienza a besarme fuerte con la lengua repetidas ve- ces haciendo un movimiento como de quien lame una vulva o un helado de abajo para arriba y me pide que yo haga lo mismo, lo hago, no se cansa, yo tampoco, pero me parece aburrido, le agarro sus dos grandes y duras tetas, a ella le gusta, deja de hacer ese movimiento sexual sobre mí, también deja de lamerme la lengua, yo río y continúo. Un momento me sigue, después exhala toda sudada, se ve cansada, no me lo dice, lo entiendo. Se baja de la moto, entra al departamento. Alguien por atrás dice “dame un poquito ¿no me das un poquito, a mí no me das?” Ella se mete, yo giro. Un hombre grande de mal aspecto, en shorts y camiseta, es quien se dirige a ella, le doy la mano, le digo que no, que está conmigo, le pido que entienda, cuando le doy la mano alguien que está en la bolita de gente en la pared de la habitación dice algo, no lo entendí o no recuerdo, pero el hombre se retira, tiene la clavícula izquierda deforme, un hueso diferente. Entro al departamento, desde las escaleras veo un hombre de barba en ropa deportiva azul oscuro sentado en un sillón, aspecto de oacioso, me saluda y lo ssludo bajo los tres escalones, quiero hablar con ella pero la situación es diferente, ella me indica con la cabeza que mire hacia atrás de mí, hay otro veterano en la piesa, ella está en la barra de la cocina, come algo, las personas tienen aspectos similares, se parecen al hombre de la puerta, siento 

que todos se conocen y que va a ser difícil tener sexo, que ella no quiere porque están ellos, pienso que ella coje con ellos cuando se siente sola, ella es muy linda, pelo largo negro, alta, grandes tetas, cara ovalada, labios gruesos, ojos oscuros.

Ahora estoy en una habitación oscura, hay una escalera de madera plegable en medio de un lugar reducido, a menos de un metro y medio de la pared un chorro de agua, una cascada de agua, cae verticalmente, me paro bajo el agua, hago como cuando subo los mocos, entonces salto y asciendo por la cascada mucho, floto y vuelo hacia arriba por una fuerza que siento descubrir y enseguida domino, alguien más lo hace después que yo, después de ella o él yo nuevamente, después de algunos intentos llego al escalón superior, ahí espero que mi compañera también suba, lo logra, no sé bien porqué se cae y yo quedo desequilibrado a punto de caer, sé que si ella vuelve a subir yo no caeré, pero después de un rato yo caigo “. . . pero algo pasó antes. . .” estoy yo explicando después a dos “amigos” (amigos en el sueño) lo que había pasado, les cuento que por alguna razón ella tenía un bikini de un color en las tetas y otro de distinto color abajo y que por eso ella tuvo que colgarse de una cuerda que estaba horizontalmente contra la pared y que entonces yo me caí, les cuento lo que hacía en el agua, me siento increíblemente eufórico y contento, me siento en el piso contra la pared, estoy tan bien, me levanto de un impulso porque tengo sed, entonces despierto.